lunes, 2 de mayo de 2011

Buen Humor

El reír es esencial en la vida de cualquier persona.  Genera endorfinas que contribuyen a la buena salud, nos hace tener un mejor humor, nos abre puertas en donde sea, nos hace ver mejor, nos ayuda a tener una mejor perspectiva de la vida, nos relaja, etc.

Por eso, hoy quiero hablar de lo maravilloso que es reir, y que en éstos tiempos tan difíciles y hasta violentos, hay que buscar todos los días al menos una buena risa al día.

Si te gusta estar bien informado del día a día, pero siempre te deprimen un poco (ó un mucho) las noticias, busca siempre al final las notas positivas, casi todos los periódicos, o portales de noticias en internet las tienen. 

Cuando estés en la calle, si observas  bien siempre encontrarás algo que te haga reir, al menos sonreir.

Hay que buscar siempre y en cualquier situación el lado bueno de las cosas.

En el trabajo, sonríe a todos los que trabajan contigo y haz comentarios siempre positivos, ya sea sobre su trabajo, como se ven ese día ó halaga alguna buena decisión ó aporte al mejoramiento de la empresa,  que haya hecho alguien. Eso siempre genera una buena dinámica de equipo, armoniza las relaciones entre sí, y hace que los demás se sientan agusto en su trabajo. 

Cuando en una reunión hay diferentes personas, que no se conocen entre sí, que tienen distintas formas de vida, diferentes aficiones, gustos, etc. Si se empiezan a contar chistes, eso hace que las personas se integren más, que sea una grata reunión, que se relajen las tensiones de no conocerse entre sí, y que sea un día que se recuerde.

Claro!, hay que tener en cuenta que se necesita una cierta habilidad en eso de los chistes, lo primero acordarse bien del chiste (es terrible cuando nos dejan en ascuas, después de decirnos…-me sé uno buenísimo- y que luego no se acuerden de lo que sigue ó como termina). Segundo se necesita cierta habilidad histriónica para saber actuarlos (gestos, diferentes tonos de voz, actitudes, posiciones, ritmo, etc.). Tercero, contarlos siempre sin ofender a nadie.

Definitivamente, es una habilidad que no todo el mundo tiene, pues también  hay los que posteriormente, no pueden recordar ni un chiste, aunque anteriormente hayan escuchado muchos y hayan reído sin parar.

Si tú eres de éste último grupo, no te preocupes, escucha atento, para hacer buenos comentarios al final ó simplemente; afloja la mandíbula, relaja los músculos de la cara y da rienda suelta a la carcajada.

Y para terminar con una buena risa (en mi caso, carcajada), les dejo éste chiste, que se puede entender hables el idioma que hables.

Agradecimiento personal a: Quino, por darme tantos buenos ratos y muchas carcajadas.

Quinoterapia 

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