Uno de mis hobbies más queridos es viajar, me encanta conocer lugares nuevos y diferentes; así como sus ritmos de vida y sus habitantes.
Disfruto mucho la magia que hay cuando llego a algún lugar nuevo (llámese país, ciudad ó estado). Percibir el olor tan peculiar que cada lugar tiene, su escenario, su personalidad, su idioma, su ritmo, su cultura, sus colores, su clima y sus habitantes. Después vienen las anécdotas, las amistades que uno hace y las enseñanzas de vida.
Hay diferentes tipos de viaje: están los típicos de vacaciones con la familia; los de estudios, ya sean por periodos cortos ó estancias largas; los de negocios; hasta los viajes turísticos de mochila al hombro. También se pueden hacer con amigos, familia, pareja ó en solitario. Por avión, camión, tren, barco ó automóvil.
Si bien cada quien tiene su forma personal de viajar, creo que hay algunas cosas que se deben tener en cuenta siempre para disfrutar al máximo de principio a fin.
Estación de tren Luxemburgo. Archivo personal. |
Lo que a mí me ha ayudado mucho a tener muy buenas experiencias siempre que tengo la oportunidad de viajar, es investigar todo lo que pueda acerca del lugar al que voy a visitar: desde el lugar donde dormiré, los puntos de interés que quiero conocer, buscar en internet cómo estará el clima ó, si sé de alguien que viva ahí, preguntar para llevar la ropa adecuada. Es importante también quitarse un poco las opiniones que los demás puedan tener de las personas y el lugar que vamos a visitar, porque cada quien ve las cosas de manera diferente y es mejor no hacer juicios adelantados sin conocer algo a fondo. Llegar con una buena actitud siempre hará que te vaya mejor, no sólo en los viajes sino en la vida en sí, además de tener la mente y la disposición abierta a nuevas experiencias y formas de pensar, sobre todo si vas a otro país.
Cada quien decide el tipo de experiencia que quiere de un viaje. A mí en lo personal me gusta investigar un poco de historia acerca del lugar antes de ir, visitar los puntos turísticos, aunque me encanta también saber de esas historias y lugares que tiene cada país ó ciudad que no son tan mundialmente conocidos. Intento planear un poco lo que quiero hacer y ver de un lugar, aunque también dejo espacio para los planes de último momento -uno nunca sabe lo que puede ocurrir-.
Como siempre quiero ver lo más que se pueda, estoy muy consciente de que la mejor forma de conocer cualquier lugar es caminándolo, así es que llevo zapatos muy cómodos. Además, andar en la calle te permite interactuar de una manera menos formal con la gente que ahí vive. En ese sentido, la verdad es que siempre he tenido buenas experiencias, me he encontrado con gente dispuesta a ayudar, informar, contar anécdotas de ciertos lugares y, hasta en algún momento, se han desviado un poco de su camino con tal de mostrarme algún lugar bonito, especial ó que según ellos DEBO conocer.
Otro punto también muy importante cuando uno viaja es leer todo acerca de las clausulas de reservación para el hospedaje y preguntar lo que no entendamos, sobretodo cuando la información está escrita en otro idioma. Yo no sabía que “no facilities” significa, en este contexto, que el cuarto no tiene baño propio sino más bien uno para todo el piso, y eso es importante nos quede claro antes para no llevarnos sorpresas o disgustos una vez que estemos ahí.
También es recomendable consultar previamente en google maps la dirección de nuestro sitio de hospedaje, para ver la zona y asegurarse que no esté muy lejos de los lugares que nos interesa visitar, así como saber que transporte queda cerca (por ejemplo el metro). Esto siempre ahorra tiempo y a veces hasta dinero. Un pequeño consejo, si buscas donde comer a un precio accesible cuando no cuentas con mucho dinero, no busques dentro de las zonas turísticas, ya que éstas por lo regular son caras, a veces sólo basta con caminar un poco más allá.
Es bueno llevar consigo una de esas guías de viaje de ciudad si vas a conocer algún lugar en específico, por poner un ejemplo Barcelona. Estas siempre traen muy buenos consejos acerca de la comida, alojamientos, mapas, sitios de interés, algo de historia, estilo de vida y datos que siempre son de mucha ayuda.
Llevar una cámara fotográfica con una memoria suficiente para capturar los lugares, momentos, y personas del viaje, sobre todo si gustas de la fotografía.
Es importante también contar con un presupuesto aproximado entre transportación, hospedaje, comida, esparcimiento, o si planeas comprar algo especial.
No hay que olvidar que “al lugar que fueres haz lo que vieres”. Aprender, respetar y entender la forma de pensar y de vivir de los demás hará de tu experiencia algo agradable y memorable. En muchas ocasiones, un viaje puede cambiar tu vida de diferentes maneras, aunque no lo tengamos planeado.
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